La boda de mis chicos Antonio y Christina fue mágica. Su elección para celebrar su gran día fue el Castillo Santa Catalina en Málaga, un lugar de ensueño y muy acogedor donde poder celebrar una boda al aire libre.
Cada rincón es increíble, la hora de la ceremonia fue al atardecer lo cual tuvimos una luz preciosa que acompañó en todo momento. Antonio y Christina tuvieron claro que sería el sitio perfecto para darse el “sí quiero”. Fue una boda muy emotiva, en las que hubo lágrimas y muchas risas.